Busqué en mi inspiración satisfacer a todos, comenzando con la gurizada, continuando por los adolescentes, jóvenes y enamorados, siguiendo por los ahora matrimonios caminantes del pueblo, culminando con los emblemáticos abuelos del barrio.
La primer línea que me tiró Jorge, fue su nombre “Plaza San José” vaya que es significativo en nuestro pueblo.
Ya me vino a mi cabeza las procesiones de los 19 de Marzo que se trasladarán hasta allí, tal vez alguna otra madre como la mía, luego de realizar ésta, también de a luz como lo hizo Doña Pina en el 56.
Por otra parte pensé San José, Patrono de los Carpinteros, de los Obreros, de los desprotegidos y fue el broche de oro para terminar de inspirarme.
Así fue como tirando los ejes de la Plaza, fui ubicando las cosas significativas que debía tener, los materiales y colores a utilizar, las texturas y sus perfumes y el objeto de la misma. Utilicé follaje colorido, como los ocre/Bordeaux de los Acer Palmatum, el verde/amarillo del Ginkgo; los grises/plateados de los Álamos piramidales acompañados por los Cotoneaster dielsiana como telón de la plaza, contorneada por las multifloras Espumillas blancas (Lagerstroemia Indica) matizando en el centro con un gran sol amarillo representado aquí por los bulbines y las lantanas montevidiensis amarillas.
Para San José un tratamiento especial, Protegido por una Pérgola de madera, enmarcado por dos de nuestros Ceibos nativos, y coronado con agapanthus blancos signo de pureza en sus pies.
Una vez elegidos los materiales y las especies a utilizar, sólo quedaban elegir los juegos, no podían ser de otro material que no sea de madera, pensé San José los hubiera elegido así y rústicos.
Dije ya está, San José estará feliz, y disfrutará mucho un lugar más de los que ya tiene en Gilbert, mancomunando gurizes, jóvenes, adultos y abuelos disfrutándolo junto a él.
Claro, me faltaba algo…¿ qué cosas añoraban aquellos amigos de mi niñez y no tenían? una canchita de Fútbol , con arcos y marcada, donde hicieran de locales cuando tengan que jugar con los del centro ó los del bajo , como era en aquellos 70 y pico. Cuando le trasmití esta inquietud al Intendente, no dudó ni un instante y me dijo planifícala en el lote que continúa a la plaza, así con gran alegría tal vez sean los hijos de mis amigos de Villa Montevideo que disfrutarán su propia canchita de Fútbol y correrán con ventaja porque lo tendrán a San José de hincha en cada partido.
De verdad les confieso, fue muy fácil para mí inspirarme y volcarle en el tablero los lineamientos y el espíritu, a mi equipo comandado por mi colaboradora, la paisajista Liliana Valenzuela en esta obra.